Dicho dato habla sobre el sensor que mide y lleva a cabo el registro de temperatura de ambos procesadores, conocido como “T Control”. Bien, dicho sensor mide la temperatura en el punto de contacto entre el IHS y el encapsulado del procesador, pero AMD dice haber introducido una especie de “compensación” para unificar valores de cara a la política de mínimos y máximos en lo relativo a los ventiladores de la plataforma.
Esto supone, dicho de forma simple, que los registros de temperatura que muestran los RYZEN 7 1800X y 1700X son erróneos pero para bien, ya que llevan añadidos 20 grados y por tanto son más frescas de lo que imaginábamos en un principio.
Es importante tener en cuenta que esto no aplica al RYZEN 7 1700, que sí registra temperaturas y muestra las temperaturas reales que se producen en esa zona de unión entre IHS y encapsulado. En el cuadro que adjuntamos podemos ver los valores concretos de los tres procesadores que forman actualmente la gama RYZEN de AMD.
Esto quiere decir que a los datos que registramos en nuestro análisis del RYZEN 7 1800X debemos restar 20 grados y obtendremos la temperatura real del mismo. La misma quedaría tal que así:
- De 39 grados en idle a 19 grados.
- De 71 grados en plena carga a 51 grados (frecuencia de stock).
- De 82 grados en plena carga a 62 grados (subido a 4 GHz en todos los núcleos).
Por último hay que destacar que AMD cree que Windows 10 no gestiona mal los núcleos-hilos(tecnología SMT) de RYZEN, y que las futuras optimizaciones ayudarán a potenciar el rendimiento de su nueva arquitectura.
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