El fiasco del Galaxy Note 7 ha provocado el desplome de la reputación de Samsung en Estados Unidos, según refleja la caída de 40 puestos en la lista anual de Harris Polls.
Puedes tardar décadas en crearte una buena reputación, mientras que perderla solo es cuestión de minutos. No hay memoria. El axioma afecta a cualquier ámbito de la vida y por supuesto a la industria de la tecnología.
Harris Polls clasifica anualmente en términos de reputación pública, las 100 mejores empresas que trabajan en Estados Unidos. Para ello, pregunta a más de 30.000 adultos en los EE.UU en una encuesta que para el ranking de este año se llevó a cabo del 28 de noviembre al 16 de diciembre.
El estudio analiza la reputación pública con base en seis parámetros principales: responsabilidad social, visión y liderazgo, desempeño financiero, productos y servicios, ambiente en el lugar de trabajo y trabajo emocional.
El fiasco del Galaxy Note 7, con la cancelación completa de la producción y venta de un phablet destinado a ser el mejor del mercado, ha terminado siendo un problema de dimensiones colosales para la compañía, con la pérdida del primer puesto por ventas trimestrales frente a Apple y un coste económico millonario.
El desplome de la reputación de Samsung es otra consecuencia. Harris Polls lo coloca en el puesto 49, cuando en 2016 ocupó el séptimo puesto y en 2015 el tercero.
La semana pasada, el heredero de Samsung, Lee Jae-Yong, fue arrestado por cargos de soborno y malversación de fondos como parte de una investigación vinculada a la destitución del presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye. Si la venta de terminales pueden recuperarse con el Galaxy S8, hay otros temas que pueden costar más. costarán más aunque la memoria es corta.
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