Los primeros equipos con el Windows sobre ARM están a punto de llegar al mercado y como sabes, estarán motorizados exclusivamente por chipsets de Qualcomm, Snapdragon 835 o superiores.
No debería haber sido así si Microsoft hubiera logrado convencer a otros partners de la conveniencia de la entrada en esta plataforma que ofrecerá soporte completo a chips ARM con emulación de aplicaciones x86. Microsoft soporta desde hace muchos años la arquitectura RISC de ARM que arrasa en móviles, tablets o embebidos, pero la novedad de este Windows 10 sobre ARM es la posibilidad de ejecutar tanto aplicaciones universales (UWP), como las x86, en este caso emuladas.
Nos cuentan que Microsoft intentó fichar a NVIDIA como motorizador, pero el gigante verde le dio calabazas al menos para la primera generación de estos equipos. La mayor preocupación de NVIDIA fue la -previsible- falta de interés de los clientes y la competencia de un Snapdragon 835 que es -para la mayoría- el mejor chipset móvil del mercado.
NVIDIA no fue el único. MediaTek, el otro gran fabricante de chipset ARM, descartó su participaciónal menos en sus inicios, por ser “un proyecto arriesgado que deriva de un experimento fallido desde 2012″, en referencia al fiasco del Windows RT.
Veremos. Los primeros resultados de rendimiento son decepcionantes. Aunque tendrán una mayor optimización en los equipos comerciales y en todo caso estos equipos no están destinados a batir récords de rendimiento, los primeros resultados de estos Windows sobre ARM confirman las dudas que tenemos de su futuro.
Por otro lado, hay centenares de equipos en el mercado con Windows 10 estándar, bajo coste, hardware de Intel o AMD, corriendo aplicaciones nativas sin necesidad de emular. Aventura de difícil pronóstico.
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