Windows 10 S no permitirá cambiar el navegador web ni el buscador por defecto, obligando a usar las aplicaciones de Microsoft, Edge y Bing.
El sistema operativo ligero que ha presentado Microsoft para el segmento educativo, Windows 10 S, fue la estrella mediática ayer cuando fue presentado en el evento #MicrosoftEDU, junto al portátil Surface y al resto de equipos que los fabricantes OEM comercializarán con el sistema.
Ahora va llegando la “letra pequeña” y no va a gustar al personal, aunque fuera predecible por el propio diseño del sistema operativo. Windows 10 S bloqueará la instalación de aplicaciones a las certificadas por Microsoft en su tienda oficial Windows Store, dejando fuera alternativas de terceros en todos los campos de uso.
Aunque el jefe de Windows, Terry Myerson, destacó que el nuevo sistema operativo “ejecutará cualquier navegador en la tienda de Windows”, en la práctica, no podrás usar -por ejemplo- el navegador web que lidera el mercado, Chrome o el de Mozilla, Firefox, porque simplemente no están disponibles en Windows Store.
Lo peor no es eso. Myerson explica que “el usuario será capaz de descargar otro navegador disponible desde la tienda de Windows, pero Microsoft Edge se mantendrá como valor predeterminado si, por ejemplo, abre un archivo .htm”. Es decir, si haces clic en un enlace desde otra aplicación lo abrirás en Microsoft Edge, incluso si deseas utilizar otro navegador. Absurdo.
No está claro si Google o Mozilla (u otros proveedores) llevarán Chrome o Firefox a la tienda de Windows, pero, aunque lo hagan, no serán completamente funcionales si el usuario no puede convertirlos en el navegador por defecto. Lo mismo con el proveedor de búsqueda. El Bing de Microsoft estará instalado por defecto y no podrá cambiarse por Google Search, Yahoo! u otros.
Windows 10 S es una gran apuesta para competir con los Chromebooks de Google que dominan el sistema educativo estadounidense. Será fácil de gestionar por los administradores, tendrá menos mantenimiento y será más seguro al impedir la instalación de apps fuera de Windows Store, pero sus compromisos son evidentes y para una parte de usuarios definitivos si revisamos los datos de cuota de mercado de navegadores.
Microsoft tendrá que dar respuesta a las críticas por impulsar aplicaciones propias limitando las de la competencia, como señaló hace unos meses el CEO de Epic Games, Tim Sweeney, al calificar el Windows 10 Cloud como “ransomware”, cargando contra la Universal Windows Platform y el ecosistema de juegos unificado por Windows 10 en PC y Xbox One, y la Windows Store, que -a su juicio- es una plataforma cerrada para la distribución y comercialización de aplicaciones.
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