2017/09/07

Lenovo Yoga 920: toma de contacto y primeras impresiones

Lenovo fue de las últimas compañías que presentaron sus novedades en IFA 2017, una de las mayores ferias de tecnología del año, y su apuesta apuntó en tres direcciones. Por un lado su sección móvil protagonizada por Motorola, donde pudimos ver su nueva familia de móviles y gadgets (los Moto Z2 Force Edition o Moto X4, así como la cámara Moto Mod 360º).
Por otro lado tenemos la apuesta por el entretenimiento, donde destacan sus gafas de realidad mixta de Windows y el casco holográfico para disfrutar de Star Wars Jedi Challenges. Por otro, sus nuevos portátiles de la familia Yoga.
Hemos podido trastear con el dispositivo bandera de Lenovo, el Yoga 920, y os traemos nuestras primeras impresiones de este convertible con Windows 10 y procesadores Intel de octava generación que no sólo busca sr eficiente y potente, sino que quiere acompañarnos allá donde vayamos sin importar la tarea que queramos realizar.

Lenovo Yoga 920 con Intel Core de octava generación

Al igual que los Ultrabooks y otros convertibles presentados en IFA 2017, el Lenovo Yoga 920monta lo último en procesadores de Intel. Se trata de la familia Intel Core de octava generación que, de momento, sólo está disponible para este tipo de dispositivos (el plan de Intel es lanzar progresivamente otro tipo de procesadores para diferentes usos y necesidades) y que tiene dos objetivos muy concretos: eficiencia energética y rendimiento sin compromisos.
Al procesador Intel Core i7 de octava generación se le unen configuraciones de 8GB, 12GB o 16GB de memoria RAM  y un SSD que puede ser de 256GB, 512GB o 1TB de capacidad. A nivel de conexión, encontramos dos Thunderbolt 3, un puerto USB 3.0 y un puerto DisplayPort. Nada mal para tratarse de un convertible, aunque si queremos conectar teclado y ratón y una pantalla externa, nos tocará hacernos con un adaptador.
Aunque es más potente que la generación anterior de Intel (un 40% según el fabricante), el consumo energético está muy contenido, lo que permite que, con las dos configuraciones de pantalla, el Yoga 920 sobrepase las 10 horas.
En concreto, si optamos por el panel 4K, el Lenovo Yoga 920 nos dará unas 10 horas de batería. Si optamos por la pantalla FullHD tendremos algo más de 15 horas, nada mal teniendo en cuenta que es un equipo pensado para llevarnos a todas partes gracias a sus 1,37 Kg. En la teoría, todo esto está muy bien, pero en mano, el Lenovo Yoga 920 se siente muy ligero y robusto.
Como ya sabéis, se trata de un portátil convertible, lo que significa que podremos voltear su pantalla para utilizarlo en diferentes posiciones, también como si de una tablet se tratara. Y la bisagra, el punto flojo de muchos convertibles, vuelve a ser uno de los aspectos más cuidados de este Yoga 920.

Bisagra de confianza

Como si de una correa de reloj se tratara, la bisagra del Lenovo Yoga 920 cuenta con diferentes puntos de anclaje que rotan para permitirnos poner la pantalla en la posición que queramos. Las condiciones lumínicas en las que pudimos probar el Lenovo Yoga 920 provocan que la pantalla brillara con luz propia, ya que se trataba de un espacio con luz tenue en el que el contraste de la pantalla se comportaba muy bien.
Los ángulos de visión también son generosos, algo fundamental cuando hablamos de un equipo que no siempre utilizaremos de frente debido a su condición de convertible. Por otra parte, la pantalla es de lo más atractiva gracias a unos marcos que, por suerte, cada vez son más estrechos.
A nivel de peso para llevar el ordenador como si fuera una tableta, el Yoga 920 responde, pero no nos ha gustado demasiado que quede una pequeña apertura entre la pantalla y el cuerpo en la parte más cercana a la bisagra. Es algo parecido al efecto que tiene el Surface Book de Microsoft cuando se cierra. El ángulo de giro de la bisagra del Lenovo Yoga 920 es el que es y es una de las características de su diseño, pero es algo que se podría mejorar de cara a nuevas versiones del convertible.

Lenovo Active Pen 2, Windows Ink y Cortana

Hay muchas formas de usar el Lenovo Yoga 920. Una de ellas es mediante Cortana y los nuevos sensores que nos permitirán ordenarle sencillas tareas a la IA de Microsoft a una distancia, ahora, de hasta 4 metros. Esto es algo que ya probaremos en profundidad cuando el ambiente sea propicio. Lo que sí pudimos probar es la calidad de la pantalla táctil, del Active Pen 2 de Lenovo y Windows Ink con sus 4.096 niveles de profundidad.
A este tipo de lápices y tinta electrónica aún le falta para ofrecer una respuesta inmediata ya que, por muy bajo que sea el retardo entre nuestros movimientos y lo que vemos en pantalla, al realizar una acción tan cotidiana como escribir, si la respuesta no es perfecta, notamos enseguida que algo falla. Eso sí, se nota que la tecnología va evolucionando y el uso del Active Pen 2 con Windows Ink es una gozada. Podremos elegir diferentes perfiles para este lapicero digital que permitirán que utilicemos el ordenador de otra forma.
Desde dibujar algo hasta anotar lo que sea en Edge, el navegador de Windows, todo funciona muy bien y es una tecnología en la que se nota que se dan pasos hacia delante año a año. Hicimos varias pruebas de dibujo en IFA 2017 y, aunque no salió una obra de arte, sí que es interesante de cara a utilizar el ordenador en modo tablet para apuntar lo que sea de forma sencilla y fácil sin tener que voltear el PC y utilizar el teclado.

Primeras impresiones del Lenovo Yoga 920

Si algo funciona, no lo toques. Eso es lo que han debido de pensar en Lenovo y, por eso, han optado por un diseño muy conservador respecto a la anterior generación, el Lenovo Yoga 910del año pasado. Sin embargo, la adición de los procesadores Intel de octava generación es un punto muy a favor, sobre todo para trabajar con contenido a 4K. Intel quiere que creemos contenido y rendericemos vídeos en nuestro Ultrabookconvertible o 2 en 1 sin necesidad de optar por un equipo con una gráfica dedicada y, para eso, llega la octava generación.
Sin embargo, también llega para hacer más eficientes los nuevos equipos y, aunque falta ver cómo se comportarán cuando les demos guerra de cara a los análisis correspondientes, sobre el papel y en las pruebas que hemos podido ver, los nuevos equipos no se portan nada mal.
Las primeras impresiones del Lenovo Yoga 920 a nivel estético, funcional y, sobre todo, táctil, nos dejan buen sabor de boca. La pantalla tiene unos ángulos de visión correctos y responde bien a los gestos y el Active Pen 2. Además, la bisagra parece robusta y es un equipo que, debido a su bajo peso y tamaño (pese a montar un panel de 13,9''), es ideal para llevar a cualquier parte.
Por último, hay que hablar del teclado. Es el punto más polémico de muchos equipos enfocados a la productividad cuyos teclados tienen un recorrido tan bajo que su uso requiere un proceso de adaptación. El teclado del Lenovo Yoga 920 sigue la estela de teclados con bajo recorrido, pero tiene una razón de ser.
Al tratarse de un convertible, la idea es que, en modo tablet, no se tenga una sensación demasiado extraña al agarrarlo y pulsar las diferentes teclas. No es lo más cómodo del mundo si vamos a escribir mucho, pero es un sacrificio que hay que hacer a favor de otras opciones.
En definitiva, a falta de pasarle la lupa cuando podamos estar más tiempo con el Lenovo Yoga 920, las primeras impresiones que nos llevamos son buenas. Es la misma base del modelo anterior, pero con un corazón nuevo al que habrá que poner a prueba y, sobre todo, una pantalla realmente espectacular.

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