Un ejercicio de higiene de software centrada en el sistema y aplicaciones que debemos realizar periódicamente como tarea de mantenimiento regular y que nos aportará ventajas en rendimiento, estabilidad y seguridad. Lo han publicado nuestros compañeros de Movilidad Profesional y está centrado en portátiles con Windows, aunque la verdad, puede servir para cualquier ordenador personal y plataforma. Ahí te lo dejamos:
Actualiza el sistema operativo
El sistema operativo es la base software de nuestro equipo y debemos asegurarnos que está actualizado a la compilación más reciente ya que incluirá los últimos parches de seguridad publicados, características y soporte. Cuando las versiones son más antiguas, tienen mayor riesgo de ser atacadas por ciberdelincuentes que encuentran vulnerabilidades en el programa.
Si la plataforma usada tiene una herramienta dedicada (como Windows Update), conviene activarla en modo automático de manera que el sistema busque, descargue e instale las mismas en cuanto estén disponibles, tanto en correcciones de seguridad como controladores de dispositivos. Usuarios avanzados pueden optar por la programación temporal o la actualización manual para tener un mayor control, pero conviene ser exhaustivo. De forma general y con excepciones de parches erróneos, la última versión soportada siempre será la mejor para tu equipo.
Actualiza aplicaciones y drivers
Tan importante como la actualización del sistema operativo es la de las aplicaciones. Las nuevas versiones de las aplicaciones que tengamos instaladas ofrecerán más rendimiento y estabilidad en la mayoría de ocasiones. Además, el malware tiene un método de infección preferente aprovechando las vulnerabilidades de software. Especialmente aplicaciones críticas como navegadores web, sus extensiones y plug-ins, Flash, Java, etc. Lo mismo podemos decir de las actualizaciones de los controladores, especialmente tarjetas gráficas que conviene tener perfectamente al día con la última versión proporcionada por los fabricantes.
Realiza copias de seguridad
Las copias de seguridad son una acción de mantenimiento imprescindible a realizar por cualquier profesional o usuario para salvaguardar sus datos. Un equipo informático puede fallar en cualquier momento, por un problema hardware en alguno de sus componentes como la unidad de almacenamiento o memorias, en el software del sistema y aplicaciones o por un virus que borre archivos o impida el acceso al equipo.
Si un reemplazo del hardware dañado, la reinstalación de aplicaciones o sistema operativo puede solucionarse, la pérdida de nuestros archivos profesionales o personales puede tener un gran coste y en algunas ocasiones sin recuperación posible y de ahí la importancia de realizar regularmente esta tarea de backup. Invierte algo de tu tiempo para poner en forma tu PC en crear un salvavidas para tus datos y archivos. Puedes revisar una guía práctica de copia de seguridad para Windows 10, ya que en el resto de Windows se realiza de forma similar y otras plataformas tienen herramientas integradas para hacerlo.
Elimina programas que no usas
Es probable que el sistema operativo tenga un buen número de aplicaciones que ya no utilizas. Es un buen momento para eliminar estos programas que están ocupando memoria y almacenamiento en tu portátil profesional ralentizando su funcionamiento. Todos los sistemas Windows incluyen una función de desinstalación de programas accesible desde el panel de control y lo mismo podemos decir de Mac o Linux.
Limpieza el registro del sistema
El registro del sistema en Windows es una base de datos usado para almacenar información sobre la configuración del equipo, hardware y software. Cualquier cambio en la configuración o instalación de nuevas aplicaciones supone sumar datos a este registro y con el tiempo acumulará parámetros obsoletos, rastros de software que no utilicemos y otros que ralentizarán el funcionamiento del equipo.
Existen diferentes aplicaciones para limpiar el registro del sistema. Una de estas herramientas es CCleaner ofrecida en versión comercial y gratuita. Debido a la importancia del registro es recomendable hacer una copia de seguridad previa del mismo antes de proceder a realizar cualquier cambio y así poder restaurarla en caso de problemas. Es una tarea que requiere cierto conocimiento del usuario pero que resulta muy efectivo.
Desfragmenta los discos duros
La desfragmentación de un disco duro es un proceso que consiste en volver a organizar los datos fragmentados en un volumen (como un disco duro o un dispositivo de almacenamiento), para que funcione con mayor eficacia. La fragmentación ocurre en un volumen con el paso del tiempo, a medida que se guardan, cambian o eliminan archivos.
Todos los sistemas cuentan con herramientas internas para hacerlo. Un desfragmentador de disco que vuelve a organizar los datos del volumen y reúne los datos fragmentados de manera que el equipo pueda ejecutarse con mayor eficacia. Recuerda que la función de desfragmentación hay que realizarla en los discos duros, pero no en las unidades de estado sólido (SSD).
Reduce la carga de Inicio
Los sistemas operativos Windows cuentan con una función de configuración del sistema denominada “msconfig”, que además de servicios avanzados, podemos seleccionar aplicaciones que se cargan en el arranque del equipo, reduciendo la carga del mismo y mejorando su rendimiento. Puedes acceder con el nombre del comando, “msconfig”, desde la función ejecutar. En Windows 10, puedes usar el “administrador de tareas” para administrar los elementos de inicio.
Aumenta la seguridad
Poner en forma tu PC implica mejorar la seguridad del mismo. Aprovecha la “limpieza” descargando o ejecutando si la tienes instalada -como sería recomendable- la última versión de tu solución de seguridad y escanea el sistema en busca de malware. Incluye en la operación discos duros externos o pendrives que utilices habitualmente.
Para sistemas Windows, incluyendo versiones empresariales, el mercado ofrece una amplia colección de software de seguridad muchos de ellos gratuitos. También gratuito, Windows Defender, solución de seguridad nativa e incluida en el sistema que se ha mejorado notablemente en Windows 10.
Cambia tus contraseñas
Completando el apartado de la seguridad, puedes aprovechar para renovar las contraseñas de acceso a tu equipo y servicios, un asunto importante que conviene hacer con regularidad. Las claves deben ser largas y complejas. No se deben utilizar palabras del diccionario ni nombres. Además, se recomienda combinar caracteres no alfanuméricos, mayúsculas y minúsculas, así como no utilizar las mismas contraseñas para todo. Una opción recomendada es utilizar un ‘password manager’ que además de proteger nuestra identidad evita tener que crear y recordar múltiples contraseñas.
Activa la restauración del sistema
El System Restore es una herramienta de recuperación del sistema en Windows que permite revertir los cambios realizados en los archivos del sistema operativo, configuración, ajustes, controladores, claves del registro o programas instalados. La restauración del sistema es una herramienta que puede “salvarnos la vida” ante un error del software, la entrada de virus en nuestro equipo o la simple instalación de drivers o de alguna aplicación que no funciona correctamente y que en ocasiones desestabiliza el sistema operativo.
Combinada con la copia de seguridad de archivos es una herramienta que conviene tener activada por defecto al menos en la unidad que contiene el sistema operativo. Podemos gestionar la restauración del sistema desde la función correspondiente en el panel de control de Windows.
No hay comentarios:
Publicar un comentario