Los equipos basadas en CPUs Atom Z2000 de Intel se habían quedado sin actualizaciones más allá de la Anniversary Update, una mala noticia que dejó a muchos usuarios en una situación de incertidumbre.
Parecía que el destino de esos equipos con CPUs Atom Z2000 era quedar abandonados una vez que Microsoft finalizase el soporte de dicha actualización de Windows 10, pero al final hemos podido confirmar que el gigante de Redmond tiene otra idea en mente y por suerte es beneficiosa para los usuarios.
Bajo el modelo de Windows como servicio los sistemas con esos procesadores habrían quedado sin soporte en 2018, pero Microsoft ha decidido aplicar un ciclo de soporte extendido que les permitirá seguir recibiendo actualizaciones de seguridad y correcciones de errores hasta enero de 2023.
Esto quiere decir que aunque no podrán actualizar a Creators Update y no tendrán por tanto acceso a nuevas funciones y características por lo menos estarán al día en materia de seguridad, lo que significa que sus usuarios podrán seguir utilizándolos sin problemas.
Curiosamente esa fecha del fin de soporte (enero de 2023) es la misma que tiene marcada Windows 8.1, un sistema operativo que venía preinstalado en la mayoría de equipos basados en CPUs Atom Z2000.
Muchos de los usuarios que compraron equipos basados en dicha plataforma aprovecharon la promoción "Obtén Windows 10 gratis" y al conocer la incompatibilidad de la Creators Update con su equipo se arrepintieron, ya que Windows 8.1 les permitía disfrutar de un plazo de soporte mayor.
Es evidente que Microsoft ha sido consciente de este hecho, y que por ello ha decidido extender el soporte de actualizaciones de seguridad hasta igualarlo con el de Windows 8.1.
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