El objetivo de dicho lenguaje de diseño es mejorar y unificar el aspecto que presentan las aplicaciones dedicadas en todo el ecosistema Windows 10, algo necesario para acabar con las diferencias que afectaban incluso a soluciones muy populares y que no gustaban nada a buena parte de los usuarios.
Esta nueva versión de Edge con Fluent Design mantiene los cinco pilares básicos sobre los que se sustenta ese nuevo lenguaje de diseño:
- Ligereza.
- Profundidad.
- Movimiento.
- Material.
- Escalado.
Todo luce mejor y tenemos efectos de transparencias con desenfoque de profundidad en la zona de las pestañas, aunque es importante recordar que las novedades más relevantes de este nuevo lenguaje de diseño estarán enfocadas sobre todo al movimiento y a las animaciones.
Está claro que Microsoft ha dado un paso en la dirección correcta con la implementación de Fluent Design, aunque deberemos tener paciencia ya que su aplicación se irá llevando a cabo de manera gradual.
Sin embargo no todo es positivo, ya que aunque Microsoft seguirá mejorando Edge a nivel general (nuevas funciones, interfaz y mayor rendimiento) no apostará por un modelo acelerado de actualizaciones, una estrategia que sus principales rivales (Chrome por ejemplo) ya adoptaron hace tiempo.
Esto quiere decir que las actualizaciones seguirán llegado a Edge con demasiada lentitud, en concreto cada seis meses, ya que formarán parte de las próximas actualizaciones de primer nivel para Windows 10.
No obstante debéis tener en cuenta que hablamos de las actualizaciones que impliquen nuevas funciones, cambios de diseño y mejoras de rendimiento, ya que las dedicadas a mejorar la seguridad mantendrán su ciclo mensual.
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